Los celos patológicos son un problema, nacen del sentimiento de propiedad hacia la pareja y aparecen cuando se siente la relación amenazada.
¿Qué son los celos patológicos?
Los celos son los sentimientos que aparecen en una persona cuando siente su relación amenazada. Los celos se dan como consecuencia del miedo a perder algo que sentimos que es nuestro, del sentimiento de propiedad hacia la pareja.
En los celos normales la persona es capaz de entender lo irracional de sus sentimientos y comprender que se deben a su propia inseguridad. Si es necesario, puede guardarlos para sí misma o expresarlos de forma adecuada a su pareja.
En los celos patológicos o infundados, estos no se originan en base a la realidad, sino que la persona cree que tiene motivos por parte de su pareja y está convencida de ello.
Lejos de ser una manifestación sana de amor, los celos patológicos indican una forma de entender el amor absorbente, posesiva y controladora. Estos celos hablan más del que los tiene que no de la conducta del otro.
Los celos y los mitos del amor romántico
Las creencias románticas sobre el amor normalizan conductas celosas, posesivas y controladoras, muy alejadas de las relaciones sanas, positivas e igualitarias.
En el “amor romántico” se idealiza como ha de ser una relación. Son ideas llenas de prejuicios y estereotipos que nos guían sobre cómo hemos de comportarnos en pareja.
Estos mitos se esconden bajo frases que probablemente nos resulten familiares y que todavía siguen siendo socialmente vigentes.
Algunos mitos del amor romántico:
- Siente celos porque te quiere.
- Si lo quieres, sólo te puede atraer tu pareja.
- Si lo quieres, el amor pasional dura toda la vida.
- Hay temas sobre los que sólo puedes hablar con tu pareja.
- Los amigos no existen, siempre tienen “otras intenciones” (quieren ligar).
- Hay que entregarse totalmente a la pareja si lo quieres.
- La única persona que necesitas si tienes un problema, es a tu pareja.
- Si te atrae otra persona, eres infiel o no le quieres lo suficiente.
- Estás predestinado a encontrarte con tu media naranja.
- El estado de plenitud es tener pareja.
- Si lo quieres, le has de perdonar.
- Si me deja, me muero.
- Sin ti no soy nada.
- Si amas, te sacrificas.
- Las personas que se quieren, lo hacen todo juntos.
El “amor romántico” por definición es posesivo y dependiente. Es una forma de amar alejada de la realidad que limita y daña al otro y a uno mismo, coartando la libertad personal en pro de lo que se considera que debe de ser “el ideal” de una relación.
Tras frases como de “si me quisieras, harías/ o no harías…”, se esconde una forma posesiva, manipuladora y chantajista de tratar al otro. Tras la frase “siento celos por tu culpa” o “me comporto así porque te quiero” , se esconden formas agresivas y manipuladoras que culpabilizan al otro, sin responsabilizarse de uno mismo y victimizándose.
Es sano cuestionar nuestras creencias relacionadas con el “amor romántico” para poder construir relaciones más sanas y no normalizar conductas que no son normales.
Características de las personas que padecen celos patológicos
Una persona celosa desarrolla una visión sesgada de la realidad, presentando pensamientos distorsionados e intrusivos sobre la posible infidelidad por parte de su pareja.
Algunas de las características de una persona celosa son:
- La persona celosa suele ser una persona insegura, con baja autoestima y tendencia a la dependencia emocional.
- Tiene una forma de entender las relaciones absorbente, controladora y posesiva.
- Pretende acaparar a su pareja todo el tiempo, tiende a vigilar y controlar lo que hace y con quien se relaciona, vulnerando su intimidad y controlando en exceso su vida.
- Siente intolerancia ante las relaciones de su pareja con miembros de su familia, amistades, compañeros de trabajo, contactos de redes sociales, exparejas… a los que percibe como una amenaza, mostrando una gran irritabilidad y enfado.
- Culpa de sus inseguridades y reacciones a su pareja, sin responsabilizarse de su propia conducta.
- Algunas personas pueden presentar celotipia asociada al consumo de alcohol u otras drogas.
Construir una relación sana
Las relaciones sanas se construyen desde la realidad, la libertad, el respeto, la igualdad y las ganas de estar juntos. Querer mucho y bien a alguien, es tener interés en que esté bien, es respetar los espacios personales de libertad y ocuparse del otro sin limitar, de forma recíproca y sana, sintiendo que os importáis mutuamente y responsabilizándose cada uno de su propio comportamiento.
Una relación sana, permite el crecimiento y desarrollo de cada miembro de la pareja y te transmite seguridad, calma, confianza y bienestar.
En las relaciones sanas no hay cabida para los celos, el control y la posesión del otro. Un amor sano sólo puede construirse con el respeto, cuidado y la libertad.
Almudena Lobato Montero
Psicóloga sanitaria
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